He descubierto el placer de ayudar a los demás -me parece más por una razón más egoísta que altruista- me gusta que me inviten, para ver que provoca en mí el hecho de que compartan sus imaginarios, y dejar que llegue el impulso, la voluntad de hacerlo, la necesidad de encontrar un punto común en el que trabajar juntos, con el objetivo de hacer realidad su ficción.